Orgulloso jerezano de nacimiento, madrileño de adopción y roteño de corazón.
Rafael Miró Gallegos
Fotógrafo
Orgulloso jerezano de nacimiento, madrileño de adopción y roteño de corazón.
Fotógrafo
Mi primera cámara fue la típica de feria que salía un muñeco con muelle, y después en mi primera comunión me regalaron otra, pero no fue a más allá y ahí quedo la cosa por el momento; tan solo algunas fotos en blanco y negro, con los amigos de Pio XII. En la época del colegio de El Pilar y junto a mi amigo Kiko Gil, nos cedió el colegio un cuartito donde había un equipo de revelado y nos divertimos mucho, haciendo montajes y demás, pero más como juego y distracción de revelado, que propio de fotografía, aunque si me creó un interés importante, pero que fui perdiendo al salir del colegio.
Ya mayorcito y cercana la mayoría de edad, fuimos una semana de camping a Atlanterra, con Zodiac incluida para unas jornadas de pesca submarina, que no se dio nada mal. Me viene al recuerdo una anécdota de un gran Sargo que pinché en una cueva, y tirando del arpón para sacarlo, se soltó… pero por la tarde camino de la siguiente inmersión vi brillar algo a lo lejos y dije en broma “mi Sargo flotando” y realmente lo era! Que satisfacción, pero no tengo foto de aquello, como ahora cuento. Para esta ocasión me hice con una camarita kodak y durante esos días hice unas fotos geniales (o eso pensaba yo) del mar, las rocas, la rompiente, los peces y las puestas de sol, pero al irnos dejé la cámara en el techo del coche y ni que decir tiene que solo están en mi recuerdo, pero me crearon esa inquietud que poco a poco ha ido creciendo, hasta llegar ahora, que ya es PASIÓN.
Pasados los años, mi entonces novia, actual mujer Vivi sabiendo de mi incipiente interés, me regalo ya una cámara en condiciones, una Yashica. Me produjo una tremenda ilusión, por la propia cámara, por el detalle del regalo y haber adivinado y seleccionado algo que en el fondo tanto me gustaba y en donde necesitaba el empujón definitivo. Y así fue como poco a poco me lancé al mundo de la fotografía analógica. Recalco lo de analógica porque tardé mucho en pasar al mundo digital, porque para mí la limitación de 36 fotos, la preparación de la foto, la decisión de apretar el disparador, el tiempo e inquietud de la espera y finalmente la sorpresa, ilusión o decepción del resultado. Es algo que se ha perdido con el mundo digital, que lógicamente tiene otras muchas ventajas,
Por otro lado, yo organizaba los negativos en páginas especiales que vendían tamaño folio y marcaba al margen la fecha y el lugar o motivo, pero que por desgracia con el tiempo se han deteriorado mucho y perdido contraste y colorido.
Otra anécdota curiosa tras un día de pesca, ya en alta mar hice fotos a gaviotas tirándose por boquerones (que por cierto me salieron movidas) y otras a contraluz. Mandé a mi novia Vivi a recoger las copias al laboratorio habitual que gestionaban los amigos Quirós (que recuerdos! y cuantas esperas ansiosos por ver los resultados…) y entre ellas estaba “mi primera gran foto de contraluz” que ella creyó que no era mía, si no una publicidad de los revelados de kodak…
Ello, me animo aún más y ya empecé a contar con la cámara en cada una de las excursiones. Con los años y poco a poco fui comprando más objetivos, filtros y demás, haciéndome de un equipito curioso. (que finalmente mal vendí, más bien regalé, tontamente en el rastro de Madrid al pasar al mundo digital).
Nunca estuve tentado en participar en concursos y demás (mis fotos eran para mi) salvo en dos ocasiones, una en la bodega Gonzalez Byass entre los compañeros, donde obtuve el premio a la foto más original y otras en un maratón en Rota. Durante varios años participe, en distintas ocasiones, en Rota en su maratón veraniego y me gustaba porque llegando a ser más de 100 inscritos (entre los que se encontraban mi hermano José y nuestro común amigo José Darnaude y más amigos roteños como Leopoldo Almisas), todos teníamos las mismas oportunidades. Es decir, partiendo de un carrete de 36 fotos (numerado por la organización), la tarde del sábado y la mañana del domingo, para hacer fotos de una serie de categorías que posteriormente utilizaría el patronato de turismo para sus publicaciones (he de señalar que en algunas fueron utilizadas). Así mismo indicar, que entre los citados tuvimos el honor de ganar varios premios en distintas categorías y años. Últimamente ya he pasado a formar parte del jurado, aunque no estaría mal volver a participar, ahora que tengo más tiempo…
Tras aquella primera Yashica, vinieron varias Pentax analógicas, hasta que pase a lo digital con una Nikon y finalmente la Fuji X-T20 que es lo mejor que he tenido y aun mantengo con varios objetivos, pero el básico y mejor es un Fujinon de 18-135 muy versátil y que es el que saco casi exclusivamente de manera habitual y los otros solo si realmente tengo previsto dedicar un tiempo específico y concreto para la fotografía por algún motivo. En la actualidad no salgo a la calle sin cámara, e incluso cuando voy al trabajo o salgo de compras la llevo siempre conmigo, por lo que para mayor comodidad me compre una Lumix TZ200 que es como parte de mi cuerpo…
Siempre he sido bastante organizado con las fotos y desde las páginas de negativos que he comentado antes, (y por desgracia están bastante deteriorados, de hecho las fotos de la categoría analógicas, son la mayoría fotos hechas a las fotos) hasta la digital donde tengo una carpeta anual conde grabo cada salida con todas las fotos, su fecha y lugar y motivo, para después en el ordenador ir seleccionándolas y pasarlas a la “selección del año” que vuelvo a cribar cuando no tengo fotos que seleccionar. A partir de aquí y ahora que tengo tiempo, pensé en hacer una web, pero como no soy un experto, pedí ayuda a mi amigo y experto en esto y muchas más cosas, José Darnaude, que gentilmente me la montó, a quién agradezco enormemente su paciencia conmigo y por supuesto su esfuerzo y dedicación, el mérito de todo esto que puedes ver, es en gran parte suyo.
Ni que decir tiene, que tuve que hacer cribados y cribados de cada año (durante meses y meses) y después agruparlo por categorías, pero aun así la web tienes multitud de fotos, que no he podido o querido quitar más porque cada una de ellas, me trae recuerdos especiales, que como decía no fui capaz de eliminar. Además quitarlas me parecía que era “matar “ una imagen o un momento bonito que había disfrutado y no merecía quedar en el olvido sin ser visto ….
Confío en no cansaros demasiado y como si se tratara de un libro, podréis ir viendo las categorías en diferentes momentos y podáis disfrutarlas tanto como yo, cuando las hice.